lunes, 16 de noviembre de 2015

Como ser astuto parte 3 de 3









Parte 3 de 3:

Engaña a los demás.



1.  Perfecciona tu “cara de póker”. Así como las personas astutas necesitan ser capaces de leer las expresiones faciales de los demás, también deben ser capaces de evitar que otros puedan leer las suyas. Jugarle algún truco a alguien puede hacer que te sientas naturalmente emocionado o ansioso. Es importante lograr que tu rostro no te delate. Obviamente, trata de no reírte o hacer muecas cuando trates de engañar a alguien. En vez de eso, relájate, respira hondo e imagínate a ti mismo haciendo algo tranquilo que disfrutes. Haz lo que sea necesario para mantenerte tranquilo y calmado (por fuera) como una lechuga.

Si se hace correctamente, el mismo juego de póker es muy bueno para practicar tu “cara de póker”. En el póker, si quieres ganar, debes mantener tus expresiones faciales completamente tranquilas cuando tengas una mano ganadora. También debes parecer confiado cuando tengas una mano muy mala. Practicar ambas estrategias te ayudará a perfeccionar tu astucia.



2. Ten seguridad y sé decisivo. Las personas tienden a creer en aquellos que muestran seguridad en sus decisiones. Si eres astuto, deberás prepararte para aprovechar esto. Haz tus movidas con muchas seguridad, nunca dudes de ti mismo. Trata de ver los trucos que hagas a alguien como que “no es gran cosa” o como algo que podrás hacer perfectamente sin mucho esfuerzo, incluso si esto no es 100% cierto. Si crees que puedes hacer algo, la mayoría de la gente también lo creerá, y podrás usar esto para engañarlos.

Algunos consejos básicos para desarrollar la confianza en ti mismo son:

Presta atención a tu apariencia física: vístete bien y arréglate.

Ten un lenguaje corporal amistoso: párate recto, sonríe, y mira a la gente a los ojos.

Alimenta tus intereses: escoge pasatiempos en los que seas bueno y destácate en ellos.

Se agradable: guíate por los buenos modales y sé amistoso, pero nunca pretendas estar de acuerdo con alguien solo para agradarle.



3. Aprende a mentir. Las mentiras son las mejores amigas de las personas astutas. Las buenas mentiras son creíbles o, por lo menos, difíciles de develar. Mentir bien requiere bastante inteligencia y control emocional; el mentiroso no solo debe mentir con un sentido lógico, sino también debe saber “vender” sus mentiras a través de su lenguaje corporal y su voz al mismo tiempo que defiende sus mentiras después de haberlas creado. Al igual que con muchas otras habilidades que utiliza una persona astuta, se puede mentir mejor con mucha práctica y con una planificación inteligente.

Una persona astuta no solo puede mentirle a los demás, también puede mentirse a sí misma. Esto podría verse como un detalle, pero en realidad es una habilidad muy importante, ya que le permite convencerse de que es segura de sí misma, de que no la van a descubrir, etc. Lo cual a su vez hace que se vea calmada y relajada por fuera.



4. Prepara trampas (metafóricas). Un viejo dicho describe a la astucia como “encontrar el camino que tu enemigo haya escogido y luego cavar huecos a lo largo de ese camino”. Aunque es muy poco probable que tengas que armar trampas de verdad para alguien, asume esta metáfora como propia. Juzgando a los demás por sus fortalezas, debilidades y motivaciones, puedes encontrar el camino que ellos eligieron y sabotearlo para tu beneficio personal. Busca las maneras de aprovechar las debilidades de tu enemigo mientras inutilizas sus fortalezas. Trata de colocar a tu enemigo en situaciones en las que es probable que le vaya mal.

Supón que compites por un ascenso con un colega que odias. Si, por ejemplo, sabes que esta persona es mala para las exposiciones, puedes ofrecerte a exponer algo importante junto a él, de manera que luzca mal comparado contigo.



5. Evita ser el centro de atención. Una persona astuta nunca llama la atención más de lo necesario. Si quieres engañar a alguien, interactúa con esta persona tanto como lo harías normalmente (no más, ni menos) porque podrías asustarla o darle pistas de que algo está fuera de lo normal. Cuando veas que alguien empieza a caer en tu plan, no presiones mucho porque es probable que se dé cuenta de que lo van a timar. En vez de eso, dale suficiente cuerda a tu objetivo como para que se cuelgue a sí mismo, después simplemente hazte a un lado hasta que todo se haya acabado.

A pesar de que sientas la tentación de regodearte después de haber engañado exitosamente a alguien, no lo hagas. No ganas nada más que un sentimiento momentáneo de superioridad y corres el riesgo de causar un resentimiento a largo plazo con la persona a la que le presumas tu victoria.



6. Prepara un “escape”. La gente astuta prevé todos los resultados posibles de su farsa, incluso aquellos resultados que no sean favorables. Siempre toma en cuenta la posibilidad de que, a pesar de la agudeza de tu astucia, puede fallarle. Ten listo un plan secundario en caso de que las cosas no vayan según lo planeado. Planea de antemano lo que harás para recuperarte de un fracaso. Prepara una historia en tu cabeza que te permita negar de manera convincente cualquier maldad.

Supón que te escabulles tras bastidores sin autorización en un concierto y un guardia de seguridad te detiene y te pregunta qué haces. Para evitar problemas, planeaste de antemano hacerte al desentendido. Finge que te perdiste y que buscabas el baño, o que tu amigo te dijo que el mejor lugar para mirar el espectáculo era desde ahí atrás. Pretende estar sorprendido frente a la noticia de que rompiste una regla, probablemente no te metas en problemas serios si haces parecer que llegaste ahí por accidente.


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